Tratamiento para la Hinchazón Abdominal
Te ayudo a aliviar la hinchazón y recuperar tu comodidad digestiva
Un abordaje respetuoso, adaptado a ti y a lo que tu cuerpo necesita.
¿Qué es la hinchazón abdominal y por qué aparece?
La hinchazón abdominal es una de las molestias digestivas más comunes, pero también de las más frustrantes. Esa sensación de estar todo el día hinchada. después de comer, de que la ropa te aprieta sin razón aparente, o de que algo no está funcionando bien, es más frecuente de lo que crees y tiene solución.
Puede estar causada por múltiples factores:
Disbiosis intestinal o SIBO
Desequilibrio en la microbiota o crecimiento excesivo de bacterias que fermentan los alimentos y generan gases.
Intolerancias alimentarias
Malabsorción de compuestos como lactosa, fructosa o sorbitol que provocan hinchazón tras las comidas.
Estreñimiento crónico
Acumulación de gases y heces en el intestino que genera presión, inflamación y sensación de pesadez.
Estrés o ansiedad
La conexión intestino-cerebro puede alterar la digestión y favorecer la distensión abdominal.
Infecciones previas o uso de antibióticos
Desequilibrios digestivos que aparecen tras infecciones o tratamientos que alteran tu flora intestinal.
Dietas desequilibradas o mal combinadas
Excesos, déficit de fibra o combinaciones de alimentos poco adecuadas pueden dificultar la digestión.
Digestión lenta o poco eficiente
Cuando el cuerpo no descompone bien los alimentos, se generan fermentaciones y acumulación de gases.
La clave no es eliminar alimentos, sino entender qué lo está provocando.
Cuando la hinchazón te limita más de lo que parece
Sentir hinchazón no es algo normal. Puede afectar a tu energía, tu estado de ánimo, tu concentración e incluso tu confianza.
Muchas personas se acostumbran a vivir con ella, pero eso no significa que sea normal.
Síntomas habituales asociados a la hinchazón:
Sensación de “barriga hinchada” incluso en ayunas
Gases excesivos o dolorosos
Malestar al final del día o tras cada comida
Fatiga después de comer
Digestiones lentas, pesadas o incompletas
Necesidad de desabrocharte la ropa tras las comidas
No estás solo/a. Y no tienes por qué resignarte a vivir así.
Plan adaptado para recuperar tu comodidad digestiva
No todas las personas con hinchazón necesitan lo mismo. Escucho tu historia, tus síntomas, tu ritmo de vida… y a partir de ahí, construimos un plan que funcione para ti.
Y lo más importante: te acompaño de cerca, con seguimiento y adaptaciones para que el cambio no solo sea posible, sino duradero.
A lo largo del proceso:
1
Evaluación completa de tu caso
Analizamos en detalle tu alimentación, tus hábitos diarios y el estado de tu salud digestiva.
2
Búsqueda de las causas reales
Exploramos posibles factores detrás de tu hinchazón, como disbiosis, SIBO, intolerancias o estreñimiento.
3
Pauta nutricional progresiva
Diseñamos un plan flexible, con cambios que puedas integrar en tu día a día sin agobios ni rigidez.
4
Apoyo con suplementación o técnicas reguladoras
Incorporamos fitoterapia, suplementos o estrategias para mejorar la función digestiva y el sistema nervioso si es necesario.
5
Acompañamiento constante y personalizado
Seguimos tu evolución de cerca, ajustando el plan contigo en cada etapa para que el cambio sea real y duradero.
6
Educación para que entiendas y tomes decisiones
Te explico cada paso del proceso para que comprendas qué está ocurriendo en tu cuerpo y ganes autonomía en tus decisiones nutricionales. Saber el porqué es parte de sanar.
No se trata solo de evitar alimentos
Muchas personas que sufren hinchazón empiezan eliminando alimentos. Dejan el pan, las legumbres, la fruta o el café. Y aunque a veces hay una mejora puntual, en la mayoría de los casos el malestar vuelve… o incluso empeora.
Porque el problema no es solo lo que comes, sino cómo lo digieres.
En consulta, también observamos:
Cómo masticas, cuánto tiempo dedicas a las comidas y si comes con prisas.
Si tu sistema nervioso está en modo “alarma”, dificultando la digestión.
Si hay deficiencias digestivas (como baja acidez o enzimas insuficientes).
Cómo es tu tránsito intestinal y si hay signos de disbiosis o sobrecrecimiento bacteriano.
Qué papel ha tenido el estrés, la ansiedad o la relación con la comida en tu sintomatología.
El enfoque debe ir más allá de lo que se ve en un plato: debemos mirar tu microbiota, tu capacidad digestiva, el estado de tu intestino, y también cómo comes y cómo gestionas el estrés (sí, el ritmo y el contexto importan).
Mi trabajo es ayudarte a encontrar las piezas que faltan en tu caso, para que puedas volver a comer con tranquilidad, sin miedo ni inflamación.
Preguntas frecuentes sobre hinchazón abdominal
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¿La hinchazón siempre está relacionada con lo que como?
No necesariamente. Puede estar relacionada con cómo digieres, con tu microbiota, tus niveles de estrés o incluso con el tránsito intestinal.
¿Puedo tener hinchazón aunque mis analíticas estén bien?
Sí. De hecho, es muy común. Muchas alteraciones digestivas funcionales no aparecen en una analítica convencional.
¿Qué diferencia hay entre hinchazón y gases?
La hinchazón es la sensación (y a veces la apariencia) de abdomen inflado. Los gases pueden acompañarla, pero no siempre están presentes.
¿Me vas a dar una lista de alimentos prohibidos?
Trabajamos con un plan adaptado a ti, centrado en tu recuperación y en lo que tu cuerpo necesite.
¿La hinchazón puede mejorar sin tomar medicación?
Sí, muchas veces se mejora con ajustes nutricionales, fitoterapia y estrategias digestivas. Depende del origen, por eso es importante evaluar bien el caso.
¿Es normal hincharse incluso comiendo “sano”?
Sí. Hay alimentos saludables que, si tu intestino está sensible o tu digestión no es eficiente, pueden causarte síntomas. No es lo que comes, es cómo estás.
Te ayudo a reducir tu hinchazón abdominal
Si ya lo has probado todo y sigues sin respuestas, quizá solo te falta el enfoque adecuado. Estoy aquí para escucharte y ayudarte a entender qué ocurre y cómo solucionarlo.